20 abril 2011

Algunos micro relatos.

Piedra.
Y de vez en cuando sacaba su piedra favorita para volver a tropezar con ella.

Acuerdo.
-No te confundas, esto es sexo sin amor- dijo él.
-Estás equivocado, es amor sin sexo- respondió ella.
Y cada uno se alejó con el inmenso vacío de haber rechazado lo que más le apetecía. 

Final.
Le dije: "olvídame" y cerré la puerta. 
Contestó: "me recordarás" y hasta hoy sigo oyendo sus pasos.

La Mosca.
Una y otra vez la mosca embiste contra el cristal, nada puede hacer que deje de intentarlo. Como yo cuando te busco, pensando que algún día ese muro invisible se habrá esfumado. Una y otra vez.


Emergencia.
Se nos acaba el combustible ¿Hay por aquí cerca otro planeta al que podamos destripar?

Anuncio.
Se busca urgentemente un hombre que no padezca de amnesia postcoital.  

Suicidio.
Solía pensar en el suicidio. Lo hacía todas las mañanas, a la misma hora, cada vez que su vecina volvía a poner el disco de Julio Iglesias.

Desconocido.
Nunca le había visto, ni siquiera de lejos. No conocía su nombre, ni el olor de su pelo, ni el color de su voz. Por eso no se explicaba cómo podía echarlo tanto de menos.

Mirada.
¿Por qué me miras así? te advertí que si volvías a hacerlo te mataría ¿no podías morirte con los ojos cerrados?

Mensaje.
He recibido un mensaje. Venía en una botella. Al abrirla, me invadieron emociones antiguas. Mi mente fue transportada por aquel aroma a tierras lejanas. Como bajo el efecto de un beso, mis labios saborearon la última gota de aquel rioja. Lástima que quedara sólo una gota.

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